Otro año más hemos tenido que despedir a nuestra auxiliar de conversación. Es una situación que se repite curso tras curso y nos deja una sensación agridulce. Nuestras auxiliares, y hablamos en femenino, porque son siempre mujeres, llegan nerviosas, preocupadas, con muchas inquietudes y dudas. La mayoría no tienen experiencia docente y no saben que esperar del programa, de nuestro centro, de su vida en España... Cuando se marchan son personas diferentes, han ganado tanto con la experiencia de convivir con nosotras que les marca para siempre.
Este curso hemos podido disfrutar de la alegría, la positividad y el buen hacer de MJ, que llegó de Filipinas en septiembre y ha decidido repetir un año más en La Rioja. La despedida ha sido de lo más emotiva por lo que mutuamente hemos aprendido y crecido.
Compartimos con vosotros/as parte de las palabras que nos dedicó, en el video que grabamos no se entiende muy bien por las lagrimas que estabamos soltando todos/as...
When I arrived here, I didn’t know what to expect. I told myself, I’ll do my job and that’s it. But I found myself feeling more.
This is my first time for so many things. Living so far away from home, not knowing how to speak the language, renting a place to stay, doing a lot of paperwork, working in a classroom. Everything!
It was all so scary, but I’m not scared anymore. And that’s because of all of you.
You made me brave by talking to me, smiling at me. You have no idea how a ‘Good morning’ from any of you has taken away a lot of fear in me.
You inspire me everyday. I see the work you do everyday and it’s not easy. I want to be like you, and I feel that my younger self would be just as amazed.
In fact, my younger self didn’t see all of this happening.
It’s like a dream to me.
Thank you for being part of my dream.
I’ll miss you all.
We´ll miss you too!!